Introducción
Introducción
En la presente investigación abordaremos lo referente a la lectura como eje positivo de cambio en la educación. Como es de conocimiento general el practicarla mejora notablemente la capacidad de desarrollar destrezas y habilidades. Desde el inicio de la humanidad hubo el deseo de comunicarse por sonidos, gritos, articulación de palabras, entre otros. Con el transcurso del tiempo esta necesidad iba en aumento. En un principio se basó únicamente en el uso de palos, piedras, murales con símbolos. Durante siglos para transmitir se lo hizo mediante relatos, cuentos, rapsodas que contaban historias, leyendas, producidas contadas por trovadores a modo de como hoy conocemos audiolibros.
La práctica de la lectura debe ser una constante en el ciclo educativo y en todo contexto social; ya que posibilita el moldeamiento de aptitudes, adquisición de conocimientos y el cambio cultural de un pueblo. Se investigará como el hábito de lectura debe darse a edades muy tempranas de tal forma que la lectura sea una pasión, un gusto y no sienta o vea como una obligación
En el capítulo uno tomaremos en cuenta un brevísimo historial, tipos, problemática y la importancia de crear hábitos y un verdadero gusto por la lectura. Dado que este debe indicar a edades muy tempranas, entonces son los padres, los que iniciaran esta labor que al parecer es insignificante, pero que a largo plazo genera buenos frutos.
En el capítulo dos, nos adentraremos en la problemática, análisis de resultados, que nos permitirán demostrar que la lectura debe iniciarse a temprana edad. El individuo que no adquirió ese hábito, tanto en el nivel de la primaria y secundaria le será muy difícil formar ese hábito será tomado como un castigo. Echaremos un vistazo como está la lectura en países que se consideran desarrollados, gran parte se debe a la construcción de hábitos imperecederos de lectura.
En el capítulo tres, nos ocuparemos de la importancia, beneficios, más que nada aportar algunas estrategias metodológicas; tanto para padres, docentes que aplicadas correctamente desarrollarán el potencial considerablemente en el infante. En cambio real que necesita nuestro sistema educativo es este: crear, potenciar y desarrollar hábitos de lectura y la mejor etapa para hacerlo es desde edades muy tempranas, es decir, entre más temprano, mejor.